Avui 14 de setembre és l'inici de curs a moltes confraries i germandats. Antigament era una diada amb un especial accent ja que coincidia amb l'Exaltació de la Santa Creu.
La festa de l’Exaltació de la Santa Creu descrita per Josep Manent
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| Antic Sant Crist Puríssima Sang de Mataró. Font: Postal Fides, particular |
L’any 1605, i sota l’impuls de la Confraria de Sant Joan Baptista dels fusters, es fundava a Mataró la Confraria de la Puríssima Sang de Jesucrist. Aquesta era una devoció molt arrelada arreu de la Corona d’Aragó, sent la primera Confraria sota aquesta advocació fundada a la parròquia de Santa Maria del Pi de Barcelona. Durant el segle XV, i gràcies a les predicacions de sant Vicenç Ferrer, aquesta devoció s’aniria estenent per tot el territori de la Corona d’Aragó, sent el propi sant l’encarregat de fundar l’any 1416 a Perpinyà la Confraria de la Puríssima Sang, que avui en dia encara existeix.
Com dèiem, l’any 1605 es va fundar una Confraria sota aquesta advocació a Mataró, que a poc a poc aniria creixent fins a esdevenir molt més important que la Confraria de Sant Joan dels fusters, fet que va portar a més d’una disputa i a que els fusters s’enduguessin la imatge del Crist a la veïna església de Sant Josep del convent dels Pares Carmelites. Aquesta disputa, ocorreguda a mitjans del segle XVIII, va fer que la Confraria de la Puríssima Sang entrés en decadència, arribant inclús a desaparèixer com a tal, fins que l’any 1817 va sorgir un grup d’antics confrares decidits a reorganitzar-la i recuperar l’antic esplendor que havia tingut. Amb el pas del temps, va esdevenir en una de les principals confraries de la ciutat, arribant a organitzar la processó de Divendres Sant.
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| El Sant Crist de la Puríssima Sang de Mataró, a l'interior de Santa Maria. |
En celebración de la fiesta que la Cofradía de la Purísima Sangre dedica cada año a Jesús Crucificado, ha tenido lugar en la Parroquia de Santa María la función siguiente:
A las siete de la mañana misa de comunión con plática preparatòria por el Reverendo Señor Viñets, beneficiado de la parroquial Iglesia de Santa Maria del Mar de Barcelona. A las diez, oficio solemne cantado al órgano, predicando sobre el Evangelio del día el Reverendo Señor Don Francisco Pla, Rector de dicha parroquial de Mataró. Por la tarde cantóse el himno a la Santísima Trinidad al órgano, ocupando la cátedra del Espíritu Santo el Señor Viñeta, quien con su elocuencia acostumbrada ensalzo el amor a la cruz, signo santo de nuestra redención. Finalizó la función con el miserere del Reverendo Don Manuel Blanch, maestro de Capilla de la misma parroquial, muy celebrado por los filarmónicos.
El decorado era sencillo pero imponente. Un damasco carmesí suspendido en una cornisa blanca y dorada caída de parte a parte de las galerías del presbiterio. La imagen del Mártir del Gólgota colocada en medio del velo purpúreo era iluminada por 150 cirios, sustentados por grandes candeleros dorados y por palmatorias que están colocadas frente los Apostoles de la nave del templo y además por treinta blandones colocados en la baranda del presbiterio.
El altar dedicado a dicha imagen fue también iluminado con profusión, llevando el Cristo la corona de plata que le regaló la devoción de los fieles.
Amb motiu de la diada us adjuntem també un bell poema de León Felipe.
Nada se ha inventado
sobre la tierra
más grande que la cruz.
Hecha está la cruz a la medida de Dios,
de nuestro Dios.
Y hecha está también a la medida del hombre…
Hazme una cruz sencilla, carpintero…,
sin añadidos ni ornamentos,
que se vean desnudos los maderos,
desnudos y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el ástil disparándose a los cielos.
Que no haya un sólo adorno que distraiga este gesto,
este equilibrio humano de los mandamientos.
Sencilla, sencilla….
hazme una cruz sencilla, carpintero.
Aquí cabe crucificado nuestro Dios,
nuestro Dios próximo,
nuestro pequeño Dios,
el Señor,
el Enviado Divino,
el Puente Luminoso,
el Dios hecho hombre o el hombre hecho Dios,
el que pone en comunicación
nuestro pequeño recinto planetario solar
con el universo de la luz absoluta.
Aquí cabe… crucificado… en esta cruz…
Y nuestra pobre y humana arquitectura de barro…
cabe… ¡crucificada también!” (León Felipe)
Hecha está la cruz a la medida de Dios,
de nuestro Dios.
Y hecha está también a la medida del hombre…
Hazme una cruz sencilla, carpintero…,
sin añadidos ni ornamentos,
que se vean desnudos los maderos,
desnudos y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el ástil disparándose a los cielos.
Que no haya un sólo adorno que distraiga este gesto,
este equilibrio humano de los mandamientos.
Sencilla, sencilla….
hazme una cruz sencilla, carpintero.
Aquí cabe crucificado nuestro Dios,
nuestro Dios próximo,
nuestro pequeño Dios,
el Señor,
el Enviado Divino,
el Puente Luminoso,
el Dios hecho hombre o el hombre hecho Dios,
el que pone en comunicación
nuestro pequeño recinto planetario solar
con el universo de la luz absoluta.
Aquí cabe… crucificado… en esta cruz…
Y nuestra pobre y humana arquitectura de barro…
cabe… ¡crucificada también!” (León Felipe)
